martes, 28 de julio de 2009

Crítica: La matanza de Texas (The Texas Chainsaw Massacre)

Lo mejor es el uso de la cámara, que convierte al espectador en posible víctima (Javier Ocaña: Cinemanía)

La "Matanza de Texas" dirigida por Tobe Hooper ha sido considerada como una de las mejores películas de terror de la historia, teniendo una importante influencia dentro del género (Km 666, Las colinas tienen ojos, etc). La historia muestra a dos hermanos, que viajan junto a sus amigos a Texas con el objetivo de revisar la tumba de uno de sus familiares, la cuál parece ser que ha sido profanada. Durante el trayecto se verán sorprendidos por una extraña familia.

Rodada con cuatro duros Tobe Hooper filmó una jodida obra maestra. Esa atmósfera malsana, enfermiza, con esos planos angustiosos, agobiantes (el plano detalle del ojo de la protagonista) y esos ruidos tan macabros que acompañan a la película hacen de ella un film asfixiante y opresivo.

Uno de los puntos positivos del film es que a pesar de ser una película de terror apenas hay sangre. Cuando Leatherface coge la motosierra y abre en canal a uno de los protagonistas, la cámara no se centra en enseñar las tripas y demás (lo más fácil) sino que enfoca a "cara de cuero", ya que él es el verdadero protagonista del largometraje. Tanto el remake y la precuela de la misma se jactan en mostrar carnaza, vísceras y sangre a puñados que deterioran la cinta original. También las secuelas que tuvo no fueron del todo buenas rayando la parodia de la misma.

A pesar del paso de los años La matanza de Texas seguirá siendo uno de los films más terroríficos del cine por su malsana y enfermiza atmósfera, así como por su puesta en escena sucia y mugrienta. No hace falta decir que todo buen cinéfilo debe contar en su filmoteca con esta obra cumbre del cine de terror.

Masterpiece! Un 10.

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